Los colores que utilizaban eran intensos. En el interior de las iglesias había poca luz y
por lo tanto los colores tenían que distinguirse
con facilidad. Era una época en la que la Religión dominaba muchos
aspectos sociales. Las iglesias románicas eran pequeñas y oscuras, lo
que infundía aún más respeto al visitante. Durante las tardes de
invierno y por la noche, el interior de las mismas, se iluminaba con
velas, las cuales proyectaban sombras desconcertantes sobre las pinturas
del techo.
En el centro del ábside había una pequeña ventana
que al amanecer recibía la primera luz del sol e iluminaba las pinturas.
Se pensó que esa luz era representación del poder de Dios.
Cuando pintaban las figuras, primero aplicaban los
colores y luego, perfilaban, con una línea negra las figuras. Por eso se
dice que esta clase de pintura es una pintura lineal.
Cuanto más simple era el dibujo, más fácil era reconocer a los personajes.
Os dejamos un enlace interesante para que podáis encontrar más información acerca de este estilo: http://www.arteespana.com/pinturaromanica.htm
Aquí os dejamos UNOS SERAFINES para hacer boca. Aparecían en las
iglesias. Eran unos ángeles que tenían 6 alas y que estaban cubiertos de
ojos que constantemente te miraban.

Pintar de mayor tamaño del habitual y multiplicar
la presencia de los ojos era una manera de remarcar un mensaje, que Dios
está en todas partes, que siempre te vigila y que aunque te escondas
sabe lo que haces.
A Cristo lo pintaban, sólo, con dos ojos, pero eran
tan grandes que se veían desde cualquier lugar de la iglesia…porque,
precisamente, eso era lo que quería la iglesia, quería impresionar al
espectador.
También os dejamos un cómic que se nos han ocurrido con el tema… ¡esperamos que los disfrutéis!


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